First Day.
- anacasajus
- 9 ago 2015
- 3 Min. de lectura

Nunca pensé que en un solo día se pudieran tener tantos sentimientos encontrados, tan diferentes y a la vez tan especiales.
Empecé el día muy triste, con mi familia llevándome al aeropuerto del Prat, con una despedida muy triste, con palabras muy bonitas que sin duda voy a recordar cada día que esté aquí en EEUU.
Estoy sorprendida de lo muy bien que ha ido todo. Empezando por el chek-in de la maleta, que pensaba que me iban a hacer pagar por esos 23.350 kg de maleta que llevo. Y eso que en la pequeña llevo otros 15 jaja. Por cierto, muy recomendable plastificarse la maleta, la tengo casi intacta, quién sabe qué podría haber pasado si no hubiera sido del precinto.
Y llega el momento de despedirse de los papis, pasar el control con el único inconveniente de sacar del bolso el ordenador, y ya dirigirme al control de pasaportes. Todo con normalidad, y en seguida encontrar la puerta de embarque. No he querido ni irme a mirar tiendas, para así poder hablar por última vez con mi familia. Y llegan de nuevo los lloros, los "te adoro" más especiales y muchos pero que muchos nervios.
Una vez en el avión, hemos tardado como media hora más en despegar de lo previsto, pero la verdad es que el vuelo ha ido fenomenal. Han sido ocho horas y media, pero se me han pasado volando, y nunca mejor dicho. Viendo películas y videos musicales que me han hecho acordarme de algunas personas (Venganza, Beyoncé, El viaje más largo, Bruno Mars...). Pero lo peor estaba por llegar: la comida. ¡Qué horror! En serio, ha sido lo peor del viaje. Nos han dado primero un snack de una galleta salada con un quesito, que estaba bueno pero poca cantidad para el hambre que tenía jaja Y luego, la comida en sí, un asqueroso pollo con alubias, espinacas todo junto y revuelto que tenía un sabor más bien malo y de lo cual me he comido solo el pollo. Pero menos mal, que el postre me ha salvado: un delicioso helado de fresa. Y para merendar, un bocadillo que sí que estaba bueno (pequeño, no os penséis que era media barra de pan) de pesto con jamón york y queso fundido.
En el avión, al darnos el papelito a rellenar de la aduana, me he acojonado. Se supone que no puedes entrar ni alimentos vegetales ni animales a EEUU. ¿Y que llevaba en mi maleta? Unos buenos esparragos de mi tierra!!!! jajaja al preguntarle a la azafata me ha mirado con una cara de.... "La has cagado..." que me he quedado muerta. Así que mis nervios, más las turbulencias al aterrizar, han hecho que me maree mucho, pero en seguida se me ha pasado.

Una vez en el aeropuerto y pasados todos los controles habidos y por haber, ningún problema con los esparragos, ni lo miran...así que quien venga a verme, que me traiga una buena pata de jamón!!!! Nos ha recogido Michael, un negrito muy alto y fuertudo, que me ha llevado hasta la maleta! Y hemos esperado durante una hora a otras 6 au pairs que venían de Alemania y Austria. Ha sido el primer contacto con ellas, y la verdad es que con dos de ellas ya hemos quedado para mañana y así, así que bien.
Al llegar la hotel nos han explicado un poquito el funcionamiento del mismo, y ya nos han dirigido a las habitaciones, llevándonos el staff las maletas!! ¡¡qué alegría!! ¡¡con lo que pesan!! Con el hambre que tenía, en seguida hemos bajado a cenar, unos buenos macarrones con tomate y un poquito de ensalada, o más bien lechuga con salsa tipo césar.
Después, el grupillo que hemos hecho (dos alemanas, una jamaicana, y nosotras dos las españolas), nos hemos ido a recorrer el hotel. Es enorme, con piscina cubierta, gimnasio, jardin, salones de reuniones.... No había estado nunca en un hotel así, impresionante. En al habitación estoy con una alemana por el momento que se llama Sabrina, y es muy maja también, es de mi edad y va a estar en mi mismo estado, así que quizá podamos coincidir más de una vez!
Y de momento eso es todo por hoy, muy contenta por las cosas que han ido ocurriendo, con la mente muy abierta a conocer mucha gente y pasarlo bien, a pesar de echaros mucho de menos.
Se os quiere.
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